jueves, 13 de junio de 2013

Editorial Copacabana



REDACCIÓN II
Ludmila Medrano Viscarra
PRACTICA N° 6

El plazo fatal de 30 días, acordado entre el Gobernador de La Paz y los pobladores de la provincia  Manco Kapac, para consensuar la construcción de un puente integrador en Tiquina, llegó a su fin el 12 de mayo. Sin embargo, la Gobernación no ha realizado mayores avances ni en el estudio socioeconómico ni en la socialización del proyecto con los balseros, por lo que se vislumbran nuevas medidas de presión. Mientras tanto, el tiempo ha transcurrido cediendo la priorización a otros conflictos sociales y al robo de las joyas de la patrona de Copacabana.

 A partir del fallido proyecto denominado Wiñay Marca, ni los Gobernadores sucesivos, ni los balseros con los pobladores de las tres secciones de la provincia, han podido ponerse de acuerdo en la factibilidad económico-social de la construcción de un puente sobre el lago sagrado. Esto se puso de manifiesto, el pasado 21 de marzo cuando, a raíz de la subida de los pasajes para cruzar el estrecho de Tiquina, la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de la Tercera Sección de la provincia Manco Kapac declaró bloqueo indefinido entre Tiquina y Copacabana.

Una población desabastecida y al punto de la crisis, 19 jornadas de conflicto social, 15 días de bloqueo, 26 detenidos, varios heridos y una millonaria pérdida en el sector turístico, fue el resultado del desacuerdo entre balseros y pobladores. Mientras tanto, los dirigentes campesinos ampliaban sus demandas, la población recordaba los accidentes ocurridos en Tiquina, como el de enero de 2011 cuando dos barcazas colisionaron y una de ellas se hundió con dos vehículos.

Sin embargo, el Gobernador de La Paz, en una primera instancia, a la usanza de Pilatos, se negó resolver el problema aduciendo que debe ser zanjado entre San Pedro y San Pablo de Tiquina. Posteriormente alega la no factibilidad financiera del proyecto y finalmente la imposibilidad de negociar por temor a su seguridad. Por el contrario, de forma por demás desatinada, se despliega a efectivos policiales quienes protagonizan excesos, con lo cual el conflicto se agrava. Es entonces cuando el Gobernador Cocarico decide recién ceder  y negociar en “terreno neutral” y finalmente se firma un acuerdo.

Al parecer, las autoridades esperan que los conflictos se agraven y existan heridos, muertos y detenidos, para tomar con  seriedad las negociaciones. Así ocurrió antes en Caranavi por la fábrica de cítricos y ahora en Copacabana. De igual forma, se firman acuerdos con uno y otro sector enfrentado, aunque éstos sean contradictorios entre sí esperando otro conflicto. Da la impresión de que se espera que los sectores olviden sus demandas, por el paso del tiempo o por distracciones tales como robos de joyas.

Ahora, con la virgen visitando La Paz y con su manto cargado de billetes, nadie piensa en el pasado conflicto. ¿Serán 30 días la estrategia para no cumplir con los acuerdos firmados? Recordemos que recientemente, de la misma forma se suscribió un convenio con algunos de los sectores sociales que reclamaban el 100 por ciento de jubilación. 

Sin embargo, es necesario recordar que cualquier distracción desaparece y las autoridades tendrán que enfrentar los conflictos que ellos mismos acarrean al no cumplir sus compromisos. Por ello, lo más sano es que el Gobernador de La Paz, tome en serio y termine los estudios socioeconómicos ofrecidos a la provincia Manco Kapac y que además se llegue a un verdadero consenso con los balseros de Tiquina, de lo contrario pronto estaremos enfrentando un nuevo conflicto en Copacabana.

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