REDACCIÓN
II
Ludmila
Medrano Viscarra
PRACTICA
N° 6
El plazo fatal de 30
días, acordado entre el Gobernador de La Paz y los pobladores de la provincia Manco Kapac, para consensuar la construcción de
un puente integrador en Tiquina, llegó a su fin el 12 de mayo. Sin embargo, la
Gobernación no ha realizado mayores avances ni en el estudio socioeconómico ni
en la socialización del proyecto con los balseros, por lo que se vislumbran
nuevas medidas de presión. Mientras tanto, el tiempo ha transcurrido cediendo
la priorización a otros conflictos sociales y al robo de las joyas de la
patrona de Copacabana.
A partir del fallido proyecto denominado Wiñay
Marca, ni los Gobernadores sucesivos, ni los balseros con los pobladores de las
tres secciones de la provincia, han podido ponerse de acuerdo en la
factibilidad económico-social de la construcción de un puente sobre el lago
sagrado. Esto se puso de manifiesto, el pasado 21 de marzo cuando, a raíz de la
subida de los pasajes para cruzar el estrecho de Tiquina, la Federación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos de la Tercera Sección de la provincia Manco
Kapac declaró bloqueo indefinido entre Tiquina y Copacabana.
Una población
desabastecida y al punto de la crisis, 19 jornadas de conflicto social, 15 días
de bloqueo, 26 detenidos, varios heridos y una millonaria pérdida en el sector
turístico, fue el resultado del desacuerdo entre balseros y pobladores.
Mientras tanto, los dirigentes campesinos ampliaban sus demandas, la población
recordaba los accidentes ocurridos en Tiquina, como el de enero de 2011 cuando
dos barcazas colisionaron y una de ellas se hundió con dos vehículos.
Sin embargo, el
Gobernador de La Paz, en una primera instancia, a la usanza de Pilatos, se negó
resolver el problema aduciendo que debe ser zanjado entre San Pedro y San Pablo
de Tiquina. Posteriormente alega la no factibilidad financiera del proyecto y
finalmente la imposibilidad de negociar por temor a su seguridad. Por el
contrario, de forma por demás desatinada, se despliega a efectivos policiales
quienes protagonizan excesos, con lo cual el conflicto se agrava. Es entonces
cuando el Gobernador Cocarico decide recién ceder y negociar en “terreno neutral” y finalmente
se firma un acuerdo.
Al parecer, las
autoridades esperan que los conflictos se agraven y existan heridos, muertos y
detenidos, para tomar con seriedad las
negociaciones. Así ocurrió antes en Caranavi por la fábrica de cítricos y ahora
en Copacabana. De igual forma, se firman acuerdos con uno y otro sector
enfrentado, aunque éstos sean contradictorios entre sí esperando otro
conflicto. Da la impresión de que se espera que los sectores olviden sus
demandas, por el paso del tiempo o por distracciones tales como robos de joyas.
Ahora, con la virgen
visitando La Paz y con su manto cargado de billetes, nadie piensa en el pasado
conflicto. ¿Serán 30 días la estrategia para no cumplir con los acuerdos
firmados? Recordemos que recientemente, de la misma forma se suscribió un
convenio con algunos de los sectores sociales que reclamaban el 100 por ciento
de jubilación.
Sin embargo, es
necesario recordar que cualquier distracción desaparece y las autoridades
tendrán que enfrentar los conflictos que ellos mismos acarrean al no cumplir
sus compromisos. Por ello, lo más sano es que el Gobernador de La Paz, tome en
serio y termine los estudios socioeconómicos ofrecidos a la provincia Manco
Kapac y que además se llegue a un verdadero consenso con los balseros de
Tiquina, de lo contrario pronto estaremos enfrentando un nuevo conflicto en
Copacabana.
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