PRÁCTICA N° 3
REDACCIÓN II
Ludmila
Giovanna Medrano Viscarra
INVESTIGACIÓN
Y REDACCIÓN
Cualquier y cada momento es bueno
para recabar datos en el proceso de hacer una investigación, incluso los
momentos cotidianos pueden enriquecer el trabajo.
Sin embargo, la investigación es
algo mucho más controlable que el sólo devenir de la realidad. Por ello, es
necesario buscar nuevos materiales informativos o recientes giros de una
situación de la que ha pasado la novedad. No se debe perder de vista, que esos
nuevos giros no se muestran de forma nítida sino, por el contrario, se
presentan en forma fraccionada, imprecisa y mezclada con otros problemas.
Los mejores editoriales cuentan
con un marco de referencia, es decir señalan qué fenómenos previos condujeron
al hecho en sí. De igual forma, muestra las posibles consecuencias que pueden
esperarse.
Cuando existe un hecho, en el
cual se puede calificar de bueno o malo o se necesita más que un poco de
inspiración y de impulso, pero en general los acontecimientos encierran
problemas y tramas muy complejas.
Para la investigación es
importante basarse en documentos y no de comentarios aunque sea de periodistas
respetables. “Sólo si uno dispone de los originales puede estar seguro del
contexto, de los matices y del juego que existe entre lo que se manifiesta y lo
que está entre líneas”[1]
Es bueno, no perder de vista la
información que existe entre líneas ya que de allí se pueden sacar ideas o hechos
específicos. La investigación previa es imprescindible aunque, no es necesario
una gran cantidad de material sino el suficiente como para guiar el camino.
Para mejorar el trabajo, será conveniente también tener una muy personal forma
de archivo, de modo que el investigador tenga a mano la in formación que pueda necesitar
de forma ordenada. La otra fuente, muy importante es la gente, por lo que uno
no debe olvidar acercarse a lo que ella opina al respecto de algún problema y
ser consecuente en la asistencia a conferencias de prensa, audiencias u otros
similares.
El editorialista debe profundizar
sus fuentes de información con una visión independiente de los hechos. Los
reporteros y jefes de redacción son excelentes fuentes de información ya que
recogen datos de muchas fuentes con lo que logran una interrelación de los
hechos. El juicio debe formarse a partir de varias fuentes informativas y no de
una sola, a ella debe incorporarse el análisis y la deducción.
El periodista no debe olvidar que
su deber es para con el lector y no consigo mismo. Algo que debe preocuparnos
es la parcialidad de las fuentes, pues pueden tener intereses, ambiciones o
simple debilidad humana. Por lo tanto, se debe rastrear diferentes opiniones,
investigar y recopilar hasta conseguir una visión global del tema.
“El principal obstáculo de un editorialista
es la necesidad de disponer de una mentalidad lo suficientemente amplia y
humanitaria como para comprender su sociedad y el mundo”. El peligro consiste
en creer o hacer creer que podemos dominar todos los temas como expertos. Se
deben comprender y definir los mejores valores de nuestra sociedad y
transmitirlos, pero no siempre en cada
editorial ni usando el sermón. Esto sólo puede conseguirse con la experiencia,
con la crítica y la autocrítica. Cada persona tiene su propia forma de hacer un
editorial.
Para hacer editoriales, no
existen reglas estrictas. Por el contrario se encuentra uno con su propia
metodología, sin embargo son útiles las
siguientes recomendaciones:
-
Seleccionar
los temas fundamentales de forma rápida
-
Es
útil un resumen noticioso o una síntesis de hechos
-
No
debe ser una nota informativa
-
Debe
llevar al análisis, la polémica o la toma de una posición
-
Se
puede señalar el margen de opciones o dudas
-
Debe
enmarcar los hechos, esclarecer los contenidos y definir las áreas de incumbencia
DESDE EL PUNTO DE
VISTA TÉCNICO:
-
Deben
aplicarse reglas comunes de la buena redacción
-
Debe
tener una introducción, un cuerpo y un final
-
El
lenguaje debe ser claro, fresco y vigoroso
-
Deben
discutirse y no sólo enunciarse los problemas
-
No
se debe emplear la retórica
-
Se
debe estar claro a quiénes va dirigido el editorial
-
No
caer en el sermoneo
-
No
terminarlos con expresiones de esperanza o similares (indica poca reflexión)
-
Se
debe evitar largas cronologías en el cuerpo (puede indicar desconocimiento del
tema)
-
Evitar
afirmaciones confusas o mal enfocadas
-
Tampoco
debe contener lenguaje bonito y vistoso
-
Es
bueno usar metáforas o citas acertadas
-
Es
fundamental una dirección acertada
-
Es
bueno aceptar las correcciones al menos cuando se trate de imprecisiones o
algún aspecto equívoco
-
Leer
editoriales ayuda a escribirlos por la comparación entre errores y aciertos
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